05 febrero 2006

Reflexión - Olivas y sueños

Dicen las buenas lenguas que comer olivas antes de dormir hace que uno sueñe más de lo normal. Resulta curioso como la mayoría de restaurantes sirven un platito de ellas mientras sus clientes exploran la carta en busca de su pizza favorita, posiblemente sin saber que están alimentando, además de su barriga, sus sueños.

Ayer fuí a cenar a un restaurante y al sentarme me encontré con el platito de barro lleno de olivas verdes. Y nada más verlo supe que con cada una que me comiese desearía poder encontrarte en mis sueños esa noche.