Reflexión - Chuleta acróstica
Si alguna vez no recuerdas el día en que nos besamos o
ignoras cual era ese número tan especial,
estaré alli para recordartelo.
Te lo diré suavecito a la oreja... ¡Y quizás se me
escape algún mordisco!
Aunque por si no estoy allí...
guardate esta chuleta acróstica.

